Me gusta la gente Demente
Sí, me gusta la gente DE-MENTE, la gente que piensa de manera diferente y a quienes en muchos temas nos atrevemos a llamar herejes. Desafortunadamente gran parte de los seres humanos seguimos utilizando nuestra mente de manera equivocada, sin entender que no podemos utilizar nuestra pequeña mente para corregir las fallas de esa pequeña mente, creyéndonos autosuficientes para resolver todas nuestras fallas y no aceptamos que la forma distorsionada como pensamos, distorsiona nuestros esfuerzos para corregir la distorsión.
A veces no sabemos cómo enfrentar un problema. Sabemos que algo anda mal porque no nos sentimos en paz y buscamos toda clase de soluciones, sin encontrar la que necesitamos. Una de esas “soluciones” es entrenarnos en lo que todos tratan de hacer, pensar de manera positiva; pero esa es apenas una estrategia de la pequeña mente, porque al programarnos para pensar en positivo, no hemos avanzado en lo más importante que es la comprensión de nosotros mismos, y por esto seguimos encontrando dificultades. Cuando criticamos nuestra mente y decimos: “No estás pensando bien, de manera que te obligare a no pensar” o “Como has pensado todas esas cosas negativas, ahora debes tener pensamientos buenos y positivos”, todavía seguimos utilizando la mente para tratar sus propios problemas. Los “intelectuales” tienen mucha dificultad en asimilar este punto, puesto que se han pasado la vida utilizando su mente para solucionar problemas. Aquí estoy de acuerdo con los que sostienen que la única forma de escapar de este círculo y de poder vernos claramente, es saliendo de nuestra mente y observarla, pues aquello que observa no piensa, porque el observador puede observar el pensamiento. Debemos observar nuestra mente y ver qué es lo que hace. Debemos ver la forma como ella produce ese cúmulo de pensamientos egocéntricos, creando tensión en el cuerpo. Para salir y dar el paso para observar nuestra mente solo necesitamos persistencia y querer hacerlo.
La gente DE-MENTE para mí, es aquella que ha aprendido a observar su propia mente y logra desvanecer aquel rasgo principal cuando se detiene a observar sus pensamientos y actuaciones y puede experimentar con arrojo lo que encuentra que hace la mente. El malestar y el dolor que se experimenta no son la causa de nuestros problemas; la causa está en no saber qué hacer con ellos cuando no nos salimos de nuestra mente y la observamos. Nos falta aprender a ver la vida como es y a partir de..
Necesitamos abrir nuestra mente, recordemos que la mente es como un parecidas solo funciona “abierta”, empecemos por aprender a pensar diferente de tal manera que veamos desde afuera que hace nuestra mente y como condiciona nuestros pensamientos, cuando la dejamos que nos condicione, así nos toque echar reversa, pues retroceder también puede ser una forma de avanzar en nuestro crecimiento.
Con los años he aprendido y comprobado que todo lo que pensamos es posible, siempre y cuando analicemos esos pensamientos desde afuera y les pongamos los ingredientes básicos “EMOCION Y ACCIÓN”, lo demás Dios nos lo agrega. Dejemos de ser albañiles especialistas en la construcción de muros y volvámonos excelentes constructores de puentes porque necesariamente necesitamos de la gente que nos rodea para hacer posible lo que pensamos, recordemos también que el hombre solitario es una especie en vía de extinción y que solo el hombre colectivo será el triunfador en este siglo y en los que vienen.
Eudoro Román Lemos